#poesía #sonrisa
Querido, “hubos” hubo muchos pero no fueron tuyos. Pero “ahoras” sólo hay uno y te pertenece.
Del maestro más mordaz, siempre somos aprendiz: las lecciones vitales siempre dejan cicatriz.
Más vale poco si es honesto y genuino que mucho y falso.
El bus veinte va como si no quisiera llegar al final.
La vida, qué ironía tan bella, termina siendo lo que pensamos de ella.
Hazlo aunque llueva, porque llueva o no llueva, no se hace solo.
Algunos se van a desilusionar, otros pensarán que es mentira, cuando les diga que lo que tiene valor en la vida no se puede patentar.
He aquí un hombre que se murió sin miedo a mirarse por dentro.
Desde que desperté, me dediqué a desear dibujarla despierta y desnuda: danzando decidida
Hijo, he aquí un hallazgo que te recomiendo no pasar de larg… ni olvidar: los humanos son bien lentos en dar… mas raudos cual rayo en recibir.
Esta disputa —que el lector disfruta— de la zorra con las uvas me enseña
Voy a lanzarme a ver si existo: sin perdón, sin excusas, sin permiso.
Don nadie que se ha quedado con casi nadie desde que tiene memoria sabe que no hacen falta
Así como no todo aquello que mide la hora es un reloj, no todo aquel
Las aceras siguen siendo ilegibles libros de pies cuyas páginas se revuelven al son del insomnio