#medusa #poesía
Tu sonrisa es un soplo de aire fresco. Un pliegue de origami que desorienta.
Hazlo aunque llueva, porque llueva o no llueva, no se hace solo.
La vida se bebe a sorbos breves: como un buen vino.
Hazlo o no lo hagas: no hay propósito alguno que te haga triunfar.
Así como no todo aquello que mide la hora es un reloj, no todo aquel
Humano guarda secreto de sumario: llora por dentro.
La nueva normalidad solo dejará de ser nueva cuando vuelva a ser normal.
Desde pequeñito crecí igualito que un camaleón: un ojo en el presente –que es buen… otro en el pasado –que fue mejor–.
No te dejes engañar: las sonrisas de verdad pueden atravesar hasta las mascarillas más opacas.
No hay momento más letal que cuando la tóxica quemazón de la decepción se te hace familiar.
Nunca fue fácil enfrentarse a lo frágil: pero aquí estamos.
Se oye un sepelio por los muertos por dentro: vida sin ganas.
Qué cruel es la torre Eiffel: unos días me quiere, otros también, aunque no me lo dice.
Vístete de aire, de brisa y ven a verme.
El mundo es infinitamente complejo… hay infinitos matices entre el bien y el mal, así como infinitos tonos entre el blanco y el negro.