soy ahora el alma,
/ ego ametrallado /
por la fragilidad de la palabra.
soy la flor púrpura:
la oscuridad que puede ver tu luna
y averiguar donde te escondes
/ sombra telescópica /
el eco transparente
[que sonroja esta playa
con el instinto más severo
del rizo-eyaculación frenética
[en el pecho
// arquertipográfica locura
hecha 2 y 1/2 ríos //
mentira de adeveras,
radio altisonante
negro blanqueado
—cóncavo-plano—
la mujer misógina
que sonríe chimuela
(vibración cefálica)
1 señal diseñada
con el cacto más lisérgico
de este jardín vacío
que apenas palpita
esta cadavérica consciencia
/ desierto perenne /
me ahogo en gritos
por la ola de 1 océano de voces:
nado el cielo como palomar estático
observo otro charco,
miro mis ojos decir en 1 lenguaje
[extraño
que soy el ave rota
/ festín de las hormigas /
y no puedo evitar,
derretirme la pupila con el fierro
quebradizo llano
ladrido de 1 perro herido,
ahora, enfermo
escondo 1 brillo aperlado
entre el párpado descorazado
de 1 fruto cuyo nombre ignoro;
cuando al ritmo baila
[el permiso concedido
de la brisa que arranca
[el aire a bocanadas.
soy el polvo, la nodriza
nube oculta en 1 recoveco del cielo:
la marea olvidada
de palmeras y gemidos,
el beso estéril de 1 enamorado,
la impaciencia cocainómana
de mi propio instinto;
el colorido pájaro que yace
encendido con la sombra
de 1 lágrima extraviada
por los rieles
de 1 tren que se despide.
soy la gota única
(evaporada)
de 1 desierto,
el discurso mudo
de 1 pintor ciego;
y ahora, enfermo,
pienso demasiado.