#poesía
A veces, el fuego se enamora de todo lo que toca. En esas veces y solo en esas el destino, lejos de ser desatino, es justicia poética.
El prosaico patriotismo de la pila de platos sucios de la cocina no está patrocinado por ninguna puta compañía
No se echa en falta nada que sobra: como una mariposa que vuela a la pata coja.
Se oye un sepelio por los muertos por dentro: vida sin ganas.
He aquí un hombre que se murió sin miedo a mirarse por dentro.
Quien no tiene memoria necesita cicatrices. Quien no tiene historia necesita tatuajes.
A lo mejor es bueno crearse una rutina de romper la rutina diaria y marearse en la noria. A lo mejor tenemos que ser fuertes
La débil dedicatoria que le dedico… para hacerlos míos se está desdibujando entre ojeras desgastadas y lírica… y se está volviendo ilegible
Don nadie que se ha quedado con casi nadie desde que tiene memoria sabe que no hacen falta
Sin publicidad, sé una buena persona: he aquí el secreto.
Querido, “hubos” hubo muchos pero no fueron tuyos. Pero “ahoras” sólo hay uno y te pertenece.
La procesión va por dentro, no por teatro.
Vístete fuego, viste té y hierba en el pelo: arriba el cielo, abajo el trigo
Antes de empezar, vigila tus deseos: hay que ser digno.
El bus veinte va como si no quisiera llegar al final.