#haiku #poesía
A lo mejor es bueno crearse una rutina de romper la rutina diaria y marearse en la noria. A lo mejor tenemos que ser fuertes
Háblame de la fotogenia de la primavera de mis manos meciendo tus muslos y tus piernas
Desde que desperté, me dediqué a desear dibujarla despierta y desnuda: danzando decidida
La atracción de la luna siempre me pareció aterradoramente atractiva: como una buena mujer.
Mientras el otoño llega y las hojas se tornan amarillo, yo me torno carajillo y me bebo,
El mundo es infinitamente complejo… hay infinitos matices entre el bien y el mal, así como infinitos tonos entre el blanco y el negro.
Al final podré perecer petrificado por perder un pulso de miradas
A veces, el fuego se enamora de todo lo que toca. En esas veces y solo en esas el destino, lejos de ser desatino, es justicia poética.
Antes de empezar, vigila tus deseos: hay que ser digno.
El cuerpo que te ha tocado es el resultado de una lotería que no has jugado.
La vida, qué ironía tan bella, termina siendo lo que pensamos de ella.
Querido, “hubos” hubo muchos pero no fueron tuyos. Pero “ahoras” sólo hay uno y te pertenece.
Esta disputa —que el lector disfruta— de la zorra con las uvas me enseña
Los ojos de Ella eran de esos que parecían poseer un pedacito de infinito
Tus demonios internos se van a eternizar hasta que veas, que para vencerlos, los hay que abrazar.