Detrás de esta sudadera desgastada y deshilachada guardo este acariciado, áspero y moribundo mundo. Detrás de esta cara de charlatán
La paciencia es la damisela que más se hace esperar y nunca termina por llegar
Tu sonrisa es un soplo de aire fresco. Un pliegue de origami que desorienta.
Los que más nos esforzamos en esto del vivir, te lo digo como si pudiera verlo, hemos visto a alguien dejar de hacerlo.
Tus demonios internos se van a eternizar hasta que veas, que para vencerlos, los hay que abrazar.
Después de muchas vueltas y algún que otro tropezón, te das cuenta: no es la cabeza quien recuerda, sino el corazón.
Llevan las medias negro melancolía: como el corazón.
Irrelevante: cuando nadas en el mar, la lluvia da igual.
Todo el mundo quiere ser inmortal, pero nadie se ha molestado en leer la letra pequeña: para ser inmortal
Vamos con prisa para llegar más rápido a ninguna parte.
Voy a lanzarme a ver si existo: sin perdón, sin excusas, sin permiso.
Hijo, he aquí un hallazgo que te recomiendo no pasar de larg… ni olvidar: los humanos son bien lentos en dar… mas raudos cual rayo en recibir.
No soy ningún –ista ni practico ningún –ismo: sólo soy un artista que piensa por sí mismo.
Mi abuela solía decir: “Gato escaldado del agua fría escapa”. A mí me gusta añadir: “Humano escaldado
No te dejes engañar: las sonrisas de verdad pueden atravesar hasta las mascarillas más opacas.