Viento, querido mío. ¿Qué intentas? Si tuviera que adivinar diría que intentas tumbar a este corazón decidido
Un caballero de triste figura camina por la calle con el triste pasar de las estaciones y su inherente y vano final en la mirada, oculta por un sombrero calado tejido con los lamentos y...
Tu resultado, no el precio que has pagado, es lo que envidian.
El prosaico patriotismo de la pila de platos sucios de la cocina no está patrocinado por ninguna puta compañía
Cantar bajo la lluvia está sobrevalorado. Yo prefiero ser lluvia bailando en tu ventana: cantando en claqué
En efecto, yo –como cualquier elemento– lluevo lo que llevo por dentro. De hecho,
Querido, “hubos” hubo muchos pero no fueron tuyos. Pero “ahoras” sólo hay uno y te pertenece.
Llevan las medias negro melancolía: como el corazón.
Algunos se van a desilusionar, otros pensarán que es mentira, cuando les diga que lo que tiene valor en la vida no se puede patentar.
El mundo es infinitamente complejo… hay infinitos matices entre el bien y el mal, así como infinitos tonos entre el blanco y el negro.
Mientras tanto, el eco de aquel beso inesperado resonaba en mi cabeza.
La paciencia es la damisela que más se hace esperar y nunca termina por llegar
Viaja ligero si quieres llegar lejos: la felicidad.
El bus veinte va como si no quisiera llegar al final.
Todos llorando por lo malo del mundo, como si no hubieran visto ni un gramo, de maldad. Y yo, sonrisa en mi cara,