Todo el mundo quiere ser inmortal, pero nadie se ha molestado en leer la letra pequeña: para ser inmortal
El mundo es infinitamente complejo… hay infinitos matices entre el bien y el mal, así como infinitos tonos entre el blanco y el negro.
Tu resultado, no el precio que has pagado, es lo que envidian.
Mientras el otoño llega y las hojas se tornan amarillo, yo me torno carajillo y me bebo,
No te dejes engañar: las sonrisas de verdad pueden atravesar hasta las mascarillas más opacas.
Todos los días sonrío, o es que no lo ves: unos días al derecho, otros al revés.
Los que más nos esforzamos en esto del vivir, te lo digo como si pudiera verlo, hemos visto a alguien dejar de hacerlo.
Viaja ligero si quieres llegar lejos: la felicidad.
La vida, qué ironía tan bella, termina siendo lo que pensamos de ella.
Después de muchas vueltas y algún que otro tropezón, te das cuenta: no es la cabeza quien recuerda, sino el corazón.
Voy a lanzarme a ver si existo: sin perdón, sin excusas, sin permiso.
Plantamos flores para cubrir las grietas en el corazón.
Cree en ti mismo: la creencia precede a la evidencia.
Irrelevante: cuando nadas en el mar, la lluvia da igual.
Tu sonrisa es un soplo de aire fresco. Un pliegue de origami que desorienta.