Fuimos los perfectos políglotas: yo te hablaba en cristiano, tú me callabas en francés.
Vístete de aire, de brisa y ven a verme.
La vida, qué ironía tan bella, termina siendo lo que pensamos de ella.
Cae, cae una lluvia insulsa a la que le gusta morder. Llueve, llueve mucho y no para de llover. Llueve en las casas, en los corazones, en este escenario que es el mundo, hasta –si me fu...
La procesión va por dentro, no por teatro.
El burdo burdel de El Llano ya no ofrece masajes a cuatro manos.
Nunca fue fácil enfrentarse a lo frágil: pero aquí estamos.
–Naciste bajo la luna de Júpiter,… Pensó que le timaba, pero no hizo… –Siempre supe que habías nacido ba… aquella mujer que iba a convertirs… rodeada de toda la parafernalia di…
La vida se bebe a sorbos breves: como un buen vino.
Mientras tanto, la gente intenta descubrir una forma de cubrir su carne desnuda que no se diluya
Todos llorando por lo malo del mundo, como si no hubieran visto ni un gramo, de maldad. Y yo, sonrisa en mi cara,
Irrelevante: cuando nadas en el mar, la lluvia da igual.
Se oye un sepelio por los muertos por dentro: vida sin ganas.
Mira a ese chico que se baja del autobús pensando en que el ciclo se repite cada demasiado poco tiempo. La verdad es que quiere desplegar sus alas para volar un rato mientras habla con ...
En efecto, yo –como cualquier elemento– lluevo lo que llevo por dentro. De hecho,