Cargando...

Nadando.

Todos llorando
por lo malo del mundo,
como si no hubieran visto
ni un gramo, de maldad.
Y yo, sonrisa en mi cara,
atravesé el infierno y volví
nadando de espalda.
Como si no fuera nada,
como si me alegrara de verte:
lo único que no tiene solución
en la vida es la muerte.
Otras obras de Ángel García...



Top