Todos llorando por lo malo del mundo, como si no hubieran visto ni un gramo, de maldad. Y yo, sonrisa en mi cara,
El mundo es infinitamente complejo… hay infinitos matices entre el bien y el mal, así como infinitos tonos entre el blanco y el negro.
La nueva normalidad solo dejará de ser nueva cuando vuelva a ser normal.
Cualquier domingo anónimo cojo y me atrevo a salir de casa con el nombre puesto…
Las aceras siguen siendo ilegibles libros de pies cuyas páginas se revuelven al son del insomnio
No sé a quién busco aquí, Padre: si lo estoy buscando a Él o me estoy buscando a mí.
Llamad a Iberdrola, es urgente, la mayor cantidad de vatios y neón la dedican a marcas registradas y carbón para niños malos
Todos los días sonrío, o es que no lo ves: unos días al derecho, otros al revés.
No te dejes engañar: las sonrisas de verdad pueden atravesar hasta las mascarillas más opacas.
La débil dedicatoria que le dedico… para hacerlos míos se está desdibujando entre ojeras desgastadas y lírica… y se está volviendo ilegible
Larga es la historia, corta la conclusión: cada vez menos pelos en la lengua, más en el corazón.
Desde que desperté, me dediqué a desear dibujarla despierta y desnuda: danzando decidida
El prosaico patriotismo de la pila de platos sucios de la cocina no está patrocinado por ninguna puta compañía
Nunca fue fácil enfrentarse a lo frágil: pero aquí estamos.
Curioso caso: el que vivió sin ganas las acabó encontrando. La historia acabó: Quien vivió sin ganas,