#poesía
Háblame de la fotogenia de la primavera de mis manos meciendo tus muslos y tus piernas
Caído una vez, levantado otra vez más: así es la vida.
No te preocupes, deja que la vida ocurra como ocurre la vida misma: orgánicamente.
Así como no todo aquello que mide la hora es un reloj, no todo aquel
La débil dedicatoria que le dedico… para hacerlos míos se está desdibujando entre ojeras desgastadas y lírica… y se está volviendo ilegible
Todos llorando por lo malo del mundo, como si no hubieran visto ni un gramo, de maldad. Y yo, sonrisa en mi cara,
Cantar bajo la lluvia está sobrevalorado. Yo prefiero ser lluvia bailando en tu ventana: cantando en claqué
Se oye un sepelio por los muertos por dentro: vida sin ganas.
El cuerpo que te ha tocado es el resultado de una lotería que no has jugado.
La atracción de la luna siempre me pareció aterradoramente atractiva: como una buena mujer.
Tu resultado, no el precio que has pagado, es lo que envidian.
Déjame que te cuente el lado oscuro del mercado: venderse a uno mismo está muy bien pagado.
Tu sonrisa es un soplo de aire fresco. Un pliegue de origami que desorienta.
No se echa en falta nada que sobra: como una mariposa que vuela a la pata coja.
Las canas son sabiduría que se desborda.