#ojos #poesía
Así como no todo aquello que mide la hora es un reloj, no todo aquel
No hay momento más letal que cuando la tóxica quemazón de la decepción se te hace familiar.
Larga es la historia, corta la conclusión: cada vez menos pelos en la lengua, más en el corazón.
No te preocupes, deja que la vida ocurra como ocurre la vida misma: orgánicamente.
En efecto, yo –como cualquier elemento– lluevo lo que llevo por dentro. De hecho,
Mi abuela solía decir: “Gato escaldado del agua fría escapa”. A mí me gusta añadir: “Humano escaldado
Hazlo aunque llueva, porque llueva o no llueva, no se hace solo.
Más vale poco si es honesto y genuino que mucho y falso.
Voy a lanzarme a ver si existo: sin perdón, sin excusas, sin permiso.
A lo mejor es bueno crearse una rutina de romper la rutina diaria y marearse en la noria. A lo mejor tenemos que ser fuertes
Viaja ligero si quieres llegar lejos: la felicidad.
La procesión va por dentro, no por teatro.
Dejaremos de complicarnos la vida sin sentido el día que nos llamen simple y nos parezca un cumplido.
Qué cruel es la torre Eiffel: unos días me quiere, otros también, aunque no me lo dice.
El prosaico patriotismo de la pila de platos sucios de la cocina no está patrocinado por ninguna puta compañía