#Españoles
La radio está encendida. Suena la pedorreta de una moto
Cuídate mucho de los que sólo miran, de los que siempre están detrás, de esos a los que nunca
Llora cuanto quieras sobre mi hombro, desahógate, cuenta conmigo para lo que haga falta.
No es el de la niñez, aquellas mañanas de diciembre, a lo largo del río, hacia el colegio. Ni se trata tampoco de aquel otro
A veces —cuando observa en los bares la sana desvergüenza de los jóvene… los rescoldos de una oscura pasión avivan su mir…
Cosas de la edad, supongo: te da por mirar atrás,
Tienes veinte años, tienes a la vida por el cuello a tu merced; pero no es suficiente,
Enamorarse es fácil. Uno puede enamorarse —sin demasiado esfuerzo— varias veces al día, a nada
Vencido, una vez más. Por el amor… el odio, o por la vida que no hace concesiones ni da treguas. Aquí, en la esquina de un siglo
Te veía llegar, cruzar la puerta, darme un besazo en el morro, mirarme a los ojos
Acaba de cruzar frente a mi parabrisas. Es ella. La recuerdo
Alegra esa cara, hombre —dicen, dándote una palmadita en la espalda–, hay que ser más
No es que moleste en sí, pero cuesta acostumbrarse. Eso de que vayas por ahí
En todas las ciudades que he pisado me ha parecido verte: un autobús que arranca y que no cojo,
Después de haber visto el mundo, a través de una botella, durante más de quince años, ahora –pasada ya la cumbre de la r…