#EscritoresEspañoles
Tienes veinte años, tienes a la vida por el cuello a tu merced; pero no es suficiente,
Un paquete de tabaco, un libro de poemas, cuarenta duros para tomar unas cervezas... Poca cosa, es verdad:
No es que moleste en sí, pero cuesta acostumbrarse. Eso de que vayas por ahí
Mujeres como tú son las que consiguen que se declaren las guerras y que algún general
Gente exhausta, con la vista clavada en el suelo,
Con los días contados, chaval, así vivimos todos. Esperando a que nos tachen de la lista. Distrayendo
Como a veces nos viene a la memoria algo sin importancia que dejamos para el día siguiente
Alegra esa cara, hombre —dicen, dándote una palmadita en la espalda–, hay que ser más
Cosas de la edad, supongo: te da por mirar atrás,
Dejo el periódico sobre la barra. Enciendo un cigarrillo. Tomo
Es lo que tiene, el amor: empiezas siendo el galán protagonista
Tendría alrededor de ochenta años, estaba atascada en un semáforo, como un barquito de vela bajo la tormenta,
El último salvavidas al que suelo agarrarme en estos casos, el teléfono, hoy tampoco me sirve.
Es inútil buscarlo. Cuando menos lo esperas, aparece en un bar. Y ya nada es igual en adelante. Un día tocas los dientes de la gloria,
No hay nada gratis. Ni siquiera lo que es gratis es gratis de verd… Siempre te lo descuentan