Labios y Corazón
Labios que dicen “Señor” con dulce voz,
pero el corazón vacío, sin calor ni luz.
Palabras que vuelan como un ave fugaz,
pero el alma dormida, sin querer despertar.
Honran mi nombre en el templo al rezar,
pero fuera sus actos no saben amar.
Ofrecen cantos, incienso y oración,
pero niegan al pobre su pan y su hogar.
Dicen: “Cristo es camino, verdad y vida”,
pero en la senda oscura su paso se olvida.
Juzgan al hermano con mirada severa,
mientras esconden odios tras máscaras de cera.
Sus rosarios repiten con devoción,
pero el odio envenena cada conversación.
Visten de virtud sus frágiles pieles,
pero son como nubes sin lluvia ni fe.
Yo no busco palabras huecas, vacías,
sino manos que sirvan, almas que confíen.
No me importa el rezo que el viento se lleva,
sino el amor que nace de entrañas sinceras.
¿De qué sirve la cruz que en el pecho cargáis,
si al herido en el camino nunca socorréis?
¿Para qué la Biblia si no la vivís?
Son semillas sin agua... ¡nunca germinarán!
Quiero un fuego que arda en el corazón,
no cenizas frías de falsa religión.
Quiero risas que sanen, lágrimas que unan,
no templos grandiosos donde el ego se escuda.
Acércate a Mí con el alma en la mano,
no con versos aprendidos ni rituales vanos.
Si tu fe es verdadera, tu amor demostrarás:
en el hambriento, el triste... ¡en ellos me hallarás!
No te engañes, humano, Yo veo en secreto:
tu verdad no se esconde tras muro o discreto.
Si tu corazón late lejos de Mi abrazo,
no importan las flores ni el incienso en el paso.
Mas si das tu vida con humilde entrega,
si compartes el pan sin mirar la etiqueta,
si amas sin medida, sin buscar razón,
entonces... ¡en tu pecho viviré en plena unión!
No seas eco vano de lo que se dice,
transforma en raíz lo que hoy es sonrisa.
Que tu fe no sea verso de viejo papel,
sino trigo que crece... ¡Cristo en tu ser fiel!
—Luis Barreda/LAB