Recomenzar
Recomenzar
Perdí un juguete de la infancia,
pero en mi pecho guardo el amor
de quien me abrazó con esperanza,
y ese recuerdo brilla con más valor.
Perdí los sueños de ser niño eterno,
las fantasías que el tiempo borró,
pero gané alas para volar libre,
y un camino que solo yo trazo.
Perdí personas que amé en silencio,
sus risas, sus voces, su caminar...
Pero me quedan sus enseñanzas,
semillas que hoy sabré regar.
Perdí momentos por lágrimas vanas,
ahora entiendo, tras tanto sufrir:
solo siembras amor con alma,
para, al final, amor recibir.
¿Sufriste? Fue un largo aprendizaje.
¿Lloraste? Limpiaste tu ser.
¿El rencor? Solo fue un puente
para aprender a perdonar y crecer.
¿Te sentiste sola? Quizás cerraste
las ventanas que el cielo abrió.
¿Pensaste que todo estaba perdido?
Era el universo diciendo: “Aquí empezó”.
Hoy no mires atrás con miedo,
que el ayer no define tu ayer.
El sol nace cada mañana,
y hoy puedes volver a nacer.
Limpia el polvo de lo que duele,
barre las sombras que intentan quedarse.
Tu corazón es tierra fértil:
siémbralo y verás florecer.
Mira alto, sueña sin prisa,
que la vida es un eco fiel:
si anhelas luz, habrá caminos,
si das amor, el amor vendrá tras él.
No temas si el camino es largo,
ni si el invierno rompió tu jardín.
Hasta el árbol más herido
renace si en sus raíces hay fértil raíz.
Si el miedo te dice: “No vuelas”,
recuerda: las alas están en tu voz.
Si la noche te habla de ausencias,
enciende tu luz y pinta tu sol.
Hoy no es solo un día cualquiera:
es la promesa de un nuevo latir.
Recomenzar no es borrar lo vivido...
¡Es elegir seguir!
¿Estás lista? La vida te espera
con montañas, mares y un sí.
Confía, respira, camina...
Que el amor siempre está ahí.
—Luis Barreda/LAB
