Sol, gracias por levantarte todos los días e iluminar a los habitantes de la Tierra: ingratas hormigas que van a la car…
No sé a quién busco aquí, Padre: si lo estoy buscando a Él o me estoy buscando a mí.
Detrás de esta sudadera desgastada y deshilachada guardo este acariciado, áspero y moribundo mundo. Detrás de esta cara de charlatán
Desde pequeñito crecí igualito que un camaleón: un ojo en el presente –que es buen… otro en el pasado –que fue mejor–.
Tu sonrisa es un soplo de aire fresco. Un pliegue de origami que desorienta.
Háblame de la fotogenia de la primavera de mis manos meciendo tus muslos y tus piernas
No se echa en falta nada que sobra: como una mariposa que vuela a la pata coja.
Mi abuela solía decir: “Gato escaldado del agua fría escapa”. A mí me gusta añadir: “Humano escaldado
El cuerpo que te ha tocado es el resultado de una lotería que no has jugado.
Larga es la historia, corta la conclusión: cada vez menos pelos en la lengua, más en el corazón.
Cree en ti mismo: la creencia precede a la evidencia.
Dejaremos de complicarnos la vida sin sentido el día que nos llamen simple y nos parezca un cumplido.
La vida se bebe a sorbos breves: como un buen vino.
El prosaico patriotismo de la pila de platos sucios de la cocina no está patrocinado por ninguna puta compañía
Todo el mundo quiere ser inmortal, pero nadie se ha molestado en leer la letra pequeña: para ser inmortal