Quien no tiene memoria necesita cicatrices. Quien no tiene historia necesita tatuajes.
Mientras tanto la gente intenta descubrir una forma de cubrir su carne desnuda que no se diluya
Al final podré perecer petrificado por perder un pulso de miradas
Pájaro nunca voló: le dijeron que no podría y se lo creyó.
Todo el mundo quiere ser inmortal, pero nadie se ha molestado en leer la letra pequeña: para ser inmortal
Mientras tanto, el eco de aquel beso inesperado resonaba en mi cabeza.
A veces, el fuego se enamora de todo lo que toca. En esas veces y solo en esas el destino, lejos de ser desatino, es justicia poética.
Fuimos los perfectos políglotas: yo te hablaba en cristiano, tú me callabas en francés.
No hay momento más letal que cuando la tóxica quemazón de la decepción se te hace familiar.
¿Qué se supone que debe uno pensar si cuesta más leer y aprender de los fallos de los demás que beber y cometer los propios?
Los ojos de Ella eran de esos que parecían poseer un pedacito de infinito
Mientras el otoño llega y las hojas se tornan amarillo, yo me torno carajillo y me bebo,
Todos llorando por lo malo del mundo, como si no hubieran visto ni un gramo, de maldad. Y yo, sonrisa en mi cara,
Antes de empezar, vigila tus deseos: hay que ser digno.
Tus demonios internos se van a eternizar hasta que veas, que para vencerlos, los hay que abrazar.