#poesía
Tu forma de diábolo, de reloj de arena tu perfil, contra mi alma de león y mis dientes de marfil.
La nueva normalidad solo dejará de ser nueva cuando vuelva a ser normal.
Sin publicidad, sé una buena persona: he aquí el secreto.
Detrás de esta sudadera desgastada y deshilachada guardo este acariciado, áspero y moribundo mundo. Detrás de esta cara de charlatán
Tu sonrisa es un soplo de aire fresco. Un pliegue de origami que desorienta.
Los que más nos esforzamos en esto del vivir, te lo digo como si pudiera verlo, hemos visto a alguien dejar de hacerlo.
No te preocupes, deja que la vida ocurra como ocurre la vida misma: orgánicamente.
Desde pequeñito crecí igualito que un camaleón: un ojo en el presente –que es buen… otro en el pasado –que fue mejor–.
Vamos con prisa para llegar más rápido a ninguna parte.
Mientras tanto, el eco de aquel beso inesperado resonaba en mi cabeza.
Más vale poco si es honesto y genuino que mucho y falso.
En efecto, yo –como cualquier elemento– lluevo lo que llevo por dentro. De hecho,
Humano guarda secreto de sumario: llora por dentro.
Pájaro nunca voló: le dijeron que no podía y se lo creyó.
No se echa en falta nada que sobra: como una mariposa que vuela a la pata coja.