La paciencia es la damisela que más se hace esperar y nunca termina por llegar
Desde que desperté, me dediqué a desear dibujarla despierta y desnuda: danzando decidida
Del maestro más mordaz, siempre somos aprendiz: las lecciones vitales siempre dejan cicatriz.
Las aceras siguen siendo ilegibles libros de pies cuyas páginas se revuelven al son del insomnio
La vida, qué ironía tan bella, termina siendo lo que pensamos de ella.
Al final podré perecer petrificado por perder un pulso de miradas
Déjame que te cuente el lado oscuro del mercado: venderse a uno mismo está muy bien pagado.
Todos llorando por lo malo del mundo, como si no hubieran visto ni un gramo, de maldad. Y yo, sonrisa en mi cara,
El mundo es infinitamente complejo… hay infinitos matices entre el bien y el mal, así como infinitos tonos entre el blanco y el negro.
Antes de empezar, vigila tus deseos: hay que ser digno.
Cantar bajo la lluvia está sobrevalorado. Yo prefiero ser lluvia bailando en tu ventana: cantando en claqué
Llamad a Iberdrola, es urgente, la mayor cantidad de vatios y neón la dedican a marcas registradas y carbón para niños malos
Tu resultado, no el precio que has pagado, es lo que envidian.
Viaja ligero si quieres llegar lejos: la felicidad.
Mientras el otoño llega y las hojas se tornan amarillo, yo me torno carajillo y me bebo,