#poesía
Detrás de esta sudadera desgastada y deshilachada guardo este acariciado, áspero y moribundo mundo. Detrás de esta cara de charlatán
No hay momento más letal que cuando la tóxica quemazón de la decepción se te hace familiar.
Se oye un sepelio por los muertos por dentro: vida sin ganas.
A veces, el fuego se enamora de todo lo que toca. En esas veces y solo en esas el destino, lejos de ser desatino, es justicia poética.
Pájaro nunca voló: le dijeron que no podía y se lo creyó.
Cree en ti mismo: la creencia precede a la evidencia.
No se echa en falta nada que sobra: como una mariposa que vuela a la pata coja.
En efecto, yo –como cualquier elemento– lluevo lo que llevo por dentro. De hecho,
Hazlo o no lo hagas: no hay propósito alguno que te haga triunfar.
Tu forma de diábolo, de reloj de arena tu perfil, contra mi alma de león y mis dientes de marfil.
No te preocupes, deja que la vida ocurra como ocurre la vida misma: orgánicamente.
Llevan las medias negro melancolía: como el corazón.
Voy a lanzarme a ver si existo: sin perdón, sin excusas, sin permiso.
Mientras el otoño llega y las hojas se tornan amarillo, yo me torno carajillo y me bebo,
Dejaremos de complicarnos la vida sin sentido el día que nos llamen simple y nos parezca un cumplido.