#poesía
Cantar bajo la lluvia está sobrevalorado. Yo prefiero ser lluvia bailando en tu ventana: cantando en claqué
El bus veinte va como si no quisiera llegar al final.
Hazlo o no lo hagas: no hay propósito alguno que te haga triunfar.
En efecto, yo –como cualquier elemento– lluevo lo que llevo por dentro. De hecho,
No se echa en falta nada que sobra: como una mariposa que vuela a la pata coja.
Qué cruel es la torre Eiffel: unos días me quiere, otros también, aunque no me lo dice.
Todos llorando por lo malo del mundo, como si no hubieran visto ni un gramo, de maldad. Y yo, sonrisa en mi cara,
Vístete de aire, de brisa y ven a verme.
Cree en ti mismo: la creencia precede a la evidencia.
Viaja ligero si quieres llegar lejos: la felicidad.
Algunos se van a desilusionar, otros pensarán que es mentira, cuando les diga que lo que tiene valor en la vida no se puede patentar.
La débil dedicatoria que le dedico… para hacerlos míos se está desdibujando entre ojeras desgastadas y lírica… y se está volviendo ilegible
Así como no todo aquello que mide la hora es un reloj, no todo aquel
La vida, qué ironía tan bella, termina siendo lo que pensamos de ella.
Vístete fuego, viste té y hierba en el pelo: arriba el cielo, abajo el trigo