#final #haiku #poesía
Al final podré perecer petrificado por perder un pulso de miradas
La vida, qué ironía tan bella, termina siendo lo que pensamos de ella.
Así como no todo aquello que mide la hora es un reloj, no todo aquel
La paciencia es la damisela que más se hace esperar y nunca termina por llegar
El mundo es infinitamente complejo… hay infinitos matices entre el bien y el mal, así como infinitos tonos entre el blanco y el negro.
He aquí un hombre que se murió sin miedo a mirarse por dentro.
Hazlo o no lo hagas: no hay propósito alguno que te haga triunfar.
Algunos se van a desilusionar, otros pensarán que es mentira, cuando les diga que lo que tiene valor en la vida no se puede patentar.
Todos llorando por lo malo del mundo, como si no hubieran visto ni un gramo, de maldad. Y yo, sonrisa en mi cara,
Mientras tanto, la gente intenta descubrir una forma de cubrir su carne desnuda que no se diluya
Cree en ti mismo: la creencia precede a la evidencia.
Las tiendas cierran, las cabezas pesan: hace frío para nada.
Más vale poco si es honesto y genuino que mucho y falso.
Cantar bajo la lluvia está sobrevalorado. Yo prefiero ser lluvia bailando en tu ventana: cantando en claqué
Se oye un sepelio por los muertos por dentro: vida sin ganas.