Curioso caso: el que vivió sin ganas las acabó encontrando. La historia acabó: Quien vivió sin ganas,
Don nadie que se ha quedado con casi nadie desde que tiene memoria sabe que no hacen falta
Más vale poco si es honesto y genuino que mucho y falso.
Después de muchas vueltas y algún que otro tropezón, te das cuenta: no es la cabeza quien recuerda, sino el corazón.
Vamos con prisa para llegar más rápido a ninguna parte.
La vida, qué ironía tan bella, termina siendo lo que pensamos de ella.
El cuerpo que te ha tocado es el resultado de una lotería que no has jugado.
No te preocupes, deja que la vida ocurra como ocurre la vida misma: orgánicamente.
Hijo, he aquí un hallazgo que te recomiendo no pasar de larg… ni olvidar: los humanos son bien lentos en dar… mas raudos cual rayo en recibir.
En efecto, yo –como cualquier elemento– lluevo lo que llevo por dentro. De hecho,
No se echa en falta nada que sobra: como una mariposa que vuela a la pata coja.
He aquí un hombre que se murió sin miedo a mirarse por dentro.
A lo mejor es bueno crearse una rutina de romper la rutina diaria y marearse en la noria. A lo mejor tenemos que ser fuertes
Desde pequeñito crecí igualito que un camaleón: un ojo en el presente –que es buen… otro en el pasado –que fue mejor–.
El mundo es infinitamente complejo… hay infinitos matices entre el bien y el mal, así como infinitos tonos entre el blanco y el negro.