#mariposa #poesía
Tu sonrisa es un soplo de aire fresco. Un pliegue de origami que desorienta.
A veces, el fuego se enamora de todo lo que toca. En esas veces y solo en esas el destino, lejos de ser desatino, es justicia poética.
He aquí un hombre que se murió sin miedo a mirarse por dentro.
La procesión va por dentro, no por teatro.
Larga es la historia, corta la conclusión: cada vez menos pelos en la lengua, más en el corazón.
Pájaro nunca voló: le dijeron que no podía y se lo creyó.
Algunos se van a desilusionar, otros pensarán que es mentira, cuando les diga que lo que tiene valor en la vida no se puede patentar.
La nueva normalidad solo dejará de ser nueva cuando vuelva a ser normal.
Detrás de esta sudadera desgastada y deshilachada guardo este acariciado, áspero y moribundo mundo. Detrás de esta cara de charlatán
Todo el mundo quiere ser inmortal, pero nadie se ha molestado en leer la letra pequeña: para ser inmortal
Irrelevante: cuando nadas en el mar, la lluvia da igual.
Hazlo aunque llueva, porque llueva o no llueva, no se hace solo.
Caído una vez, levantado otra vez más: así es la vida.
Háblame de la fotogenia de la primavera de mis manos meciendo tus muslos y tus piernas
Qué cruel es la torre Eiffel: unos días me quiere, otros también, aunque no me lo dice.