Irrelevante: cuando nadas en el mar, la lluvia da igual.
Llamad a Iberdrola, es urgente, la mayor cantidad de vatios y neón la dedican a marcas registradas y carbón para niños malos
Sin publicidad, sé una buena persona: he aquí el secreto.
Al final podré perecer petrificado por perder un pulso de miradas
Las tiendas cierran, las cabezas pesan: hace frío para nada.
Tu forma de diábolo, de reloj de arena tu perfil, contra mi alma de león y mis dientes de marfil.
Cantar bajo la lluvia está sobrevalorado. Yo prefiero ser lluvia bailando en tu ventana: cantando en claqué
¿Sin ganas de vivir? Vive sin ganas. Las ganas de vivir se ganan viviendo.
Así como no todo aquello que mide la hora es un reloj, no todo aquel
No se echa en falta nada que sobra: como una mariposa que vuela a la pata coja.
Los ojos de Ella eran de esos que parecían poseer un pedacito de infinito
El cuerpo que te ha tocado es el resultado de una lotería que no has jugado.
Qué cruel es la torre Eiffel: unos días me quiere, otros también, aunque no me lo dice.
Más vale poco si es honesto y genuino que mucho y falso.
Desde pequeñito crecí igualito que un camaleón: un ojo en el presente –que es buen… otro en el pasado –que fue mejor–.