#poesía
No soy ningún –ista ni practico ningún –ismo: sólo soy un artista que piensa por sí mismo.
¿Sin ganas de vivir? Vive sin ganas. Las ganas de vivir se ganan viviendo.
Vístete fuego, viste té y hierba en el pelo: arriba el cielo, abajo el trigo
Sin publicidad, sé una buena persona: he aquí el secreto.
En efecto, yo –como cualquier elemento– lluevo lo que llevo por dentro. De hecho,
Mientras el otoño llega y las hojas se tornan amarillo, yo me torno carajillo y me bebo,
Todos llorando por lo malo del mundo, como si no hubieran visto ni un gramo, de maldad. Y yo, sonrisa en mi cara,
Nunca fue fácil enfrentarse a lo frágil: pero aquí estamos.
Se oye un sepelio por los muertos por dentro: vida sin ganas.
Hazlo aunque llueva, porque llueva o no llueva, no se hace solo.
He aquí un hombre que se murió sin miedo a mirarse por dentro.
Irrelevante: cuando nadas en el mar, la lluvia da igual.
No te dejes engañar: las sonrisas de verdad pueden atravesar hasta las mascarillas más opacas.
Querido, “hubos” hubo muchos pero no fueron tuyos. Pero “ahoras” sólo hay uno y te pertenece.
Desde que desperté, me dediqué a desear dibujarla despierta y desnuda: danzando decidida