Uno mendiga, muchos mirando el móvil: falta compasión.
Dejaremos de complicarnos la vida sin sentido el día que nos llamen simple y nos parezca un cumplido.
Después de muchas vueltas y algún que otro tropezón, te das cuenta: no es la cabeza quien recuerda, sino el corazón.
Detrás de esta sudadera desgastada y deshilachada guardo este acariciado, áspero y moribundo mundo. Detrás de esta cara de charlatán
Qué cruel es la torre Eiffel: unos días me quiere, otros también, aunque no me lo dice.
Quien no tiene memoria necesita cicatrices. Quien no tiene historia necesita tatuajes.
Hazlo aunque llueva, porque llueva o no llueva, no se hace solo.
Más vale poco si es honesto y genuino que mucho y falso.
Mi abuela solía decir: “Gato escaldado del agua fría escapa”. A mí me gusta añadir: “Humano escaldado
Mientras tanto, el eco de aquel beso inesperado resonaba en mi cabeza.
A veces, el fuego se enamora de todo lo que toca. En esas veces y solo en esas el destino, lejos de ser desatino, es justicia poética.
Caído una vez, levantado otra vez más: así es la vida.
Cantar bajo la lluvia está sobrevalorado. Yo prefiero ser lluvia bailando en tu ventana: cantando en claqué
A lo mejor es bueno crearse una rutina de romper la rutina diaria y marearse en la noria. A lo mejor tenemos que ser fuertes
Háblame de la fotogenia de la primavera de mis manos meciendo tus muslos y tus piernas