#poesía
Cantar bajo la lluvia está sobrevalorado. Yo prefiero ser lluvia bailando en tu ventana: cantando en claqué
Los que más nos esforzamos en esto del vivir, te lo digo como si pudiera verlo, hemos visto a alguien dejar de hacerlo.
Háblame de la fotogenia de la primavera de mis manos meciendo tus muslos y tus piernas
El bus veinte va como si no quisiera llegar al final.
Antes de empezar, vigila tus deseos: hay que ser digno.
La procesión va por dentro, no por teatro.
El prosaico patriotismo de la pila de platos sucios de la cocina no está patrocinado por ninguna puta compañía
Larga es la historia, corta la conclusión: cada vez menos pelos en la lengua, más en el corazón.
No se echa en falta nada que sobra: como una mariposa que vuela a la pata coja.
Caído una vez, levantado otra vez más: así es la vida.
Esta disputa —que el lector disfruta— de la zorra con las uvas me enseña
Déjame que te cuente el lado oscuro del mercado: venderse a uno mismo está muy bien pagado.
Mientras tanto la gente intenta descubrir una forma de cubrir su carne desnuda que no se diluya
Más vale poco si es honesto y genuino que mucho y falso.
Todos llorando por lo malo del mundo, como si no hubieran visto ni un gramo, de maldad. Y yo, sonrisa en mi cara,