#decepción #momento #poesía
Así como no todo aquello que mide la hora es un reloj, no todo aquel
Tu forma de diábolo, de reloj de arena tu perfil, contra mi alma de león y mis dientes de marfil.
A lo mejor es bueno crearse una rutina de romper la rutina diaria y marearse en la noria. A lo mejor tenemos que ser fuertes
¿Sin ganas de vivir? Vive sin ganas. Las ganas de vivir se ganan viviendo.
Háblame de la fotogenia de la primavera de mis manos meciendo tus muslos y tus piernas
Irrelevante: cuando nadas en el mar, la lluvia da igual.
Más vale poco si es honesto y genuino que mucho y falso.
Todo el mundo quiere ser inmortal, pero nadie se ha molestado en leer la letra pequeña: para ser inmortal
Desde pequeñito crecí igualito que un camaleón: un ojo en el presente –que es buen… otro en el pasado –que fue mejor–.
No soy ningún –ista ni practico ningún –ismo: sólo soy un artista que piensa por sí mismo.
Desde que desperté, me dediqué a desear dibujarla despierta y desnuda: danzando decidida
Llevan las medias negro melancolía: como el corazón.
Vístete de aire, de brisa y ven a verme.
La nueva normalidad solo dejará de ser nueva cuando vuelva a ser normal.
La débil dedicatoria que le dedico… para hacerlos míos se está desdibujando entre ojeras desgastadas y lírica… y se está volviendo ilegible