Detrás de esta sudadera desgastada y deshilachada guardo este acariciado, áspero y moribundo mundo. Detrás de esta cara de charlatán
No sé a quién busco aquí, Padre: si lo estoy buscando a Él o me estoy buscando a mí.
Del maestro más mordaz, siempre somos aprendiz: las lecciones vitales siempre dejan cicatriz.
Sin publicidad, sé una buena persona: he aquí el secreto.
Las aceras siguen siendo ilegibles libros de pies cuyas páginas se revuelven al son del insomnio
Vístete fuego, viste té y hierba en el pelo: arriba el cielo, abajo el trigo
Después de muchas vueltas y algún que otro tropezón, te das cuenta: no es la cabeza quien recuerda, sino el corazón.
El prosaico patriotismo de la pila de platos sucios de la cocina no está patrocinado por ninguna puta compañía
Más vale poco si es honesto y genuino que mucho y falso.
Fuimos los perfectos políglotas: yo te hablaba en cristiano, tú me callabas en francés.
No soy ningún –ista ni practico ningún –ismo: sólo soy un artista que piensa por sí mismo.
Voy a lanzarme a ver si existo: sin perdón, sin excusas, sin permiso.
Las tiendas cierran, las cabezas pesan: hace frío para nada.
Mientras tanto, la gente intenta descubrir una forma de cubrir su carne desnuda que no se diluya
Hazlo aunque llueva, porque llueva o no llueva, no se hace solo.