Fe.
#haiku #poesía
No hay momento más letal que cuando la tóxica quemazón de la decepción se te hace familiar.
Al final podré perecer petrificado por perder un pulso de miradas
Voy a lanzarme a ver si existo: sin perdón, sin excusas, sin permiso.
A lo mejor es bueno crearse una rutina de romper la rutina diaria y marearse en la noria. A lo mejor tenemos que ser fuertes
No se echa en falta nada que sobra: como una mariposa que vuela a la pata coja.
Todo el mundo quiere ser inmortal, pero nadie se ha molestado en leer la letra pequeña: para ser inmortal
Querido, “hubos” hubo muchos pero no fueron tuyos. Pero “ahoras” sólo hay uno y te pertenece.
Desde que desperté, me dediqué a desear dibujarla despierta y desnuda: danzando decidida
¿Qué se supone que debe uno pensar si cuesta más leer y aprender de los fallos de los demás que beber y cometer los propios?
Los ojos de Ella eran de esos que parecían poseer un pedacito de infinito
Las aceras siguen siendo ilegibles libros de pies cuyas páginas se revuelven al son del insomnio
Del maestro más mordaz, siempre somos aprendiz: las lecciones vitales siempre dejan cicatriz.
Tu forma de diábolo, de reloj de arena tu perfil, contra mi alma de león y mis dientes de marfil.
Quien no tiene memoria necesita cicatrices. Quien no tiene historia necesita tatuajes.
La nueva normalidad solo dejará de ser nueva cuando vuelva a ser normal.