El mundo es infinitamente complejo… hay infinitos matices entre el bien y el mal, así como infinitos tonos entre el blanco y el negro.
Desde que desperté, me dediqué a desear dibujarla despierta y desnuda: danzando decidida
La atracción de la luna siempre me pareció aterradoramente atractiva: como una buena mujer.
Dejaremos de complicarnos la vida sin sentido el día que nos llamen simple y nos parezca un cumplido.
Qué cruel es la torre Eiffel: unos días me quiere, otros también, aunque no me lo dice.
Tu sonrisa es un soplo de aire fresco. Un pliegue de origami que desorienta.
Mi abuela solía decir: “Gato escaldado del agua fría escapa”. A mí me gusta añadir: “Humano escaldado
Así como no todo aquello que mide la hora es un reloj, no todo aquel
No sé a quién busco aquí, Padre: si lo estoy buscando a Él o me estoy buscando a mí.
Los ojos de Ella eran de esos que parecían poseer un pedacito de infinito
Mientras el otoño llega y las hojas se tornan amarillo, yo me torno carajillo y me bebo,
¿Qué se supone que debe uno pensar si cuesta más leer y aprender de los fallos de los demás que beber y cometer los propios?
Curioso caso: el que vivió sin ganas las acabó encontrando. La historia acabó: Quien vivió sin ganas,
¿Sin ganas de vivir? Vive sin ganas. Las ganas de vivir se ganan viviendo.
Uno mendiga, muchos mirando el móvil: falta compasión.