#poesía
Irrelevante: cuando nadas en el mar, la lluvia da igual.
Las aceras siguen siendo ilegibles libros de pies cuyas páginas se revuelven al son del insomnio
Los ojos de Ella eran de esos que parecían poseer un pedacito de infinito
Nunca fue fácil enfrentarse a lo frágil: pero aquí estamos.
Desde que desperté, me dediqué a desear dibujarla despierta y desnuda: danzando decidida
Pájaro nunca voló: le dijeron que no podía y se lo creyó.
Antes de empezar, vigila tus deseos: hay que ser digno.
Del maestro más mordaz, siempre somos aprendiz: las lecciones vitales siempre dejan cicatriz.
En efecto, yo –como cualquier elemento– lluevo lo que llevo por dentro. De hecho,
Voy a lanzarme a ver si existo: sin perdón, sin excusas, sin permiso.
Llamad a Iberdrola, es urgente, la mayor cantidad de vatios y neón la dedican a marcas registradas y carbón para niños malos
Caído una vez, levantado otra vez más: así es la vida.
El bus veinte va como si no quisiera llegar al final.
La vida se bebe a sorbos breves: como un buen vino.
La vida, qué ironía tan bella, termina siendo lo que pensamos de ella.