#haiku #poesía
Hazlo o no lo hagas: no hay propósito alguno que te haga triunfar.
Desde pequeñito crecí igualito que un camaleón: un ojo en el presente –que es buen… otro en el pasado –que fue mejor–.
La vida se bebe a sorbos breves: como un buen vino.
Las aceras siguen siendo ilegibles libros de pies cuyas páginas se revuelven al son del insomnio
Irrelevante: cuando nadas en el mar, la lluvia da igual.
Tu forma de diábolo, de reloj de arena tu perfil, contra mi alma de león y mis dientes de marfil.
Humano guarda secreto de sumario: llora por dentro.
Al final podré perecer petrificado por perder un pulso de miradas
Las tiendas cierran, las cabezas pesan: hace frío para nada.
La débil dedicatoria que le dedico… para hacerlos míos se está desdibujando entre ojeras desgastadas y lírica… y se está volviendo ilegible
Tus demonios internos se van a eternizar hasta que veas, que para vencerlos, los hay que abrazar.
La procesión va por dentro, no por teatro.
En efecto, yo –como cualquier elemento– lluevo lo que llevo por dentro. De hecho,
Esta disputa —que el lector disfruta— de la zorra con las uvas me enseña
El cuerpo que te ha tocado es el resultado de una lotería que no has jugado.