Vuelta a La Inocencia
Vuelta a la inocencia
Quiero soltar las cargas que me atan,
deshojar el reloj, borrar los días,
caminar descalzo por la infancia,
donde el sol era oro y no quemaba.
Volver a correr tras una mariposa,
sin medir el tiempo ni las distancias,
creer que una nube es un algodón
y que el cielo cabe en una mirada.
Jugar con lápices de colores,
dibujar casas sin paredes frías,
donde el amor no tiene fronteras
y un beso cura cualquier herida.
Saltar en charcos con pies desnudos,
reír sin miedo a romper la calma,
creer que un abrazo lo soluciona todo
y que la tristeza es solo una pausa.
No entender de odios ni de banderas,
de fronteras duras ni palabras vacías,
solo saber que el mundo es un jardín
y cada amigo, una flor prendida.
Ignorar el peso de las noticias,
las guerras lejanas, las cifras frías,
y en cambio, contar estrellas fugaces
mientras invento canciones sencillas.
Dejar de buscar respuestas adultas,
de temer al futuro y sus heridas,
confiar en que el bien siempre vence
aunque la tormenta gris amenace.
Quiero borrar lo que el tiempo enseñó:
que el dolor existe y el miedo no duerme,
y envolverme en mantos de fantasía
donde hasta la noche brilla serena.
Tal vez no pueda ser niño de nuevo,
pero guardaré, en un rincón secreto,
la fe en que un mundo mejor es posible
si no olvido al pequeño que llevo dentro.
—Luis Barreda/LAB
