#depresión #poesía #vida
Caído una vez, levantado otra vez más: así es la vida.
No soy ningún –ista ni practico ningún –ismo: sólo soy un artista que piensa por sí mismo.
Tu sonrisa es un soplo de aire fresco. Un pliegue de origami que desorienta.
Mientras tanto, la gente intenta descubrir una forma de cubrir su carne desnuda que no se diluya
La vida, qué ironía tan bella, termina siendo lo que pensamos de ella.
La paciencia es la damisela que más se hace esperar y nunca termina por llegar
En efecto, yo –como cualquier elemento– lluevo lo que llevo por dentro. De hecho,
Mientras tanto, el eco de aquel beso inesperado resonaba en mi cabeza.
Desde pequeñito crecí igualito que un camaleón: un ojo en el presente –que es buen… otro en el pasado –que fue mejor–.
A lo mejor es bueno crearse una rutina de romper la rutina diaria y marearse en la noria. A lo mejor tenemos que ser fuertes
Algunos se van a desilusionar, otros pensarán que es mentira, cuando les diga que lo que tiene valor en la vida no se puede patentar.
Tu resultado, no el precio que has pagado, es lo que envidian.
La débil dedicatoria que le dedico… para hacerlos míos se está desdibujando entre ojeras desgastadas y lírica… y se está volviendo ilegible
No se echa en falta nada que sobra: como una mariposa que vuela a la pata coja.
Dejaremos de complicarnos la vida sin sentido el día que nos llamen simple y nos parezca un cumplido.