#poesía
Tu forma de diábolo, de reloj de arena tu perfil, contra mi alma de león y mis dientes de marfil.
La débil dedicatoria que le dedico… para hacerlos míos se está desdibujando entre ojeras desgastadas y lírica… y se está volviendo ilegible
La nueva normalidad solo dejará de ser nueva cuando vuelva a ser normal.
Vístete fuego, viste té y hierba en el pelo: arriba el cielo, abajo el trigo
Así como no todo aquello que mide la hora es un reloj, no todo aquel
Vístete de aire, de brisa y ven a verme.
No se echa en falta nada que sobra: como una mariposa que vuela a la pata coja.
Larga es la historia, corta la conclusión: cada vez menos pelos en la lengua, más en el corazón.
Vamos con prisa para llegar más rápido a ninguna parte.
No hay momento más letal que cuando la tóxica quemazón de la decepción se te hace familiar.
Detrás de esta sudadera desgastada y deshilachada guardo este acariciado, áspero y moribundo mundo. Detrás de esta cara de charlatán
Las aceras siguen siendo ilegibles libros de pies cuyas páginas se revuelven al son del insomnio
Todos los días sonrío, o es que no lo ves: unos días al derecho, otros al revés.
No soy ningún –ista ni practico ningún –ismo: sólo soy un artista que piensa por sí mismo.
Tu resultado, no el precio que has pagado, es lo que envidian.