En efecto, yo –como cualquier elemento– lluevo lo que llevo por dentro. De hecho,
Al final podré perecer petrificado por perder un pulso de miradas
Algunos se van a desilusionar, otros pensarán que es mentira, cuando les diga que lo que tiene valor en la vida no se puede patentar.
La nueva normalidad solo dejará de ser nueva cuando vuelva a ser normal.
Vamos con prisa para llegar más rápido a ninguna parte.
Los ojos de Ella eran de esos que parecían poseer un pedacito de infinito
La procesión va por dentro, no por teatro.
Quien no tiene memoria necesita cicatrices. Quien no tiene historia necesita tatuajes.
Del maestro más mordaz, siempre somos aprendiz: las lecciones vitales siempre dejan cicatriz.
Esta disputa —que el lector disfruta— de la zorra con las uvas me enseña
Detrás de esta sudadera desgastada y deshilachada guardo este acariciado, áspero y moribundo mundo. Detrás de esta cara de charlatán
¿Sin ganas de vivir? Vive sin ganas. Las ganas de vivir se ganan viviendo.
Hijo, he aquí un hallazgo que te recomiendo no pasar de larg… ni olvidar: los humanos son bien lentos en dar… mas raudos cual rayo en recibir.
La vida, qué ironía tan bella, termina siendo lo que pensamos de ella.
Se oye un sepelio por los muertos por dentro: vida sin ganas.