Quien no tiene memoria necesita cicatrices. Quien no tiene historia necesita tatuajes.
Pájaro nunca voló: le dijeron que no podría y se lo creyó.
Cualquier domingo anónimo cojo y me atrevo a salir de casa con el nombre puesto…
Los ojos de Ella eran de esos que parecían poseer un pedacito de infinito
Las aceras siguen siendo ilegibles libros de pies cuyas páginas se revuelven al son del insomnio
Nunca fue fácil enfrentarse a lo frágil: pero aquí estamos.
Don nadie que se ha quedado con casi nadie desde que tiene memoria sabe que no hacen falta
Todo el mundo quiere ser inmortal, pero nadie se ha molestado en leer la letra pequeña: para ser inmortal
Desde pequeñito crecí igualito que un camaleón: un ojo en el presente –que es buen… otro en el pasado –que fue mejor–.
Cantar bajo la lluvia está sobrevalorado. Yo prefiero ser lluvia bailando en tu ventana: cantando en claqué
Llevan las medias negro melancolía: como el corazón.
Fuimos los perfectos políglotas: yo te hablaba en cristiano, tú me callabas en francés.
Detrás de esta sudadera desgastada y deshilachada guardo este acariciado, áspero y moribundo mundo. Detrás de esta cara de charlatán
El burdo burdel de El Llano ya no ofrece masajes a cuatro manos.
Vístete de aire, de brisa y ven a verme.