#haiku #poesía
Las aceras siguen siendo ilegibles libros de pies cuyas páginas se revuelven al son del insomnio
El mundo es infinitamente complejo… hay infinitos matices entre el bien y el mal, así como infinitos tonos entre el blanco y el negro.
Hazlo aunque llueva, porque llueva o no llueva, no se hace solo.
El bus veinte va como si no quisiera llegar al final.
¿Qué se supone que debe uno pensar si cuesta más leer y aprender de los fallos de los demás que beber y cometer los propios?
Del maestro más mordaz, siempre somos aprendiz: las lecciones vitales siempre dejan cicatriz.
Déjame que te cuente el lado oscuro del mercado: venderse a uno mismo está muy bien pagado.
Tu forma de diábolo, de reloj de arena tu perfil, contra mi alma de león y mis dientes de marfil.
Detrás de esta sudadera desgastada y deshilachada guardo este acariciado, áspero y moribundo mundo. Detrás de esta cara de charlatán
La atracción de la luna siempre me pareció aterradoramente atractiva: como una buena mujer.
El cuerpo que te ha tocado es el resultado de una lotería que no has jugado.
Mientras tanto, la gente intenta descubrir una forma de cubrir su carne desnuda que no se diluya
Hijo, he aquí un hallazgo que te recomiendo no pasar de larg… ni olvidar: los humanos son bien lentos en dar… mas raudos cual rayo en recibir.
La vida, qué ironía tan bella, termina siendo lo que pensamos de ella.
La débil dedicatoria que le dedico… para hacerlos míos se está desdibujando entre ojeras desgastadas y lírica… y se está volviendo ilegible