#haiku #poesía
Mientras tanto la gente intenta descubrir una forma de cubrir su carne desnuda que no se diluya
Qué cruel es la torre Eiffel: unos días me quiere, otros también, aunque no me lo dice.
A veces, el fuego se enamora de todo lo que toca. En esas veces y solo en esas el destino, lejos de ser desatino, es justicia poética.
Tu sonrisa es un soplo de aire fresco. Un pliegue de origami que desorienta.
Pájaro nunca voló: le dijeron que no podía y se lo creyó.
Los ojos de Ella eran de esos que parecían poseer un pedacito de infinito
Hijo, he aquí un hallazgo que te recomiendo no pasar de larg… ni olvidar: los humanos son bien lentos en dar… mas raudos cual rayo en recibir.
Dejaremos de complicarnos la vida sin sentido el día que nos llamen simple y nos parezca un cumplido.
Déjame que te cuente el lado oscuro del mercado: venderse a uno mismo está muy bien pagado.
He aquí un hombre que se murió sin miedo a mirarse por dentro.
Nunca fue fácil enfrentarse a lo frágil: pero aquí estamos.
Todos los días sonrío, o es que no lo ves: unos días al derecho, otros al revés.
Se oye un sepelio por los muertos por dentro: vida sin ganas.
El prosaico patriotismo de la pila de platos sucios de la cocina no está patrocinado por ninguna puta compañía
Hazlo aunque llueva, porque llueva o no llueva, no se hace solo.