Como un león
Háblame de la fotogenia de la primavera de mis manos meciendo tus muslos y tus piernas
Tu resultado, no el precio que has pagado, es lo que envidian.
Antes de empezar, vigila tus deseos: hay que ser digno.
La paciencia es la damisela que más se hace esperar y nunca termina por llegar
No sé a quién busco aquí, Padre: si lo estoy buscando a Él o me estoy buscando a mí.
El prosaico patriotismo de la pila de platos sucios de la cocina no está patrocinado por ninguna puta compañía
A veces, el fuego se enamora de todo lo que toca. En esas veces y solo en esas el destino, lejos de ser desatino, es justicia poética.
Voy a lanzarme a ver si existo: sin perdón, sin excusas, sin permiso.
La procesión va por dentro, no por teatro.
Vamos con prisa para llegar más rápido a ninguna parte.
Las aceras siguen siendo ilegibles libros de pies cuyas páginas se revuelven al son del insomnio
Tu forma de diábolo, de reloj de arena tu perfil, contra mi alma de león y mis dientes de marfil.
No te preocupes, deja que la vida ocurra como ocurre la vida misma: orgánicamente.
Cree en ti mismo: la creencia precede a la evidencia.
Todos llorando por lo malo del mundo, como si no hubieran visto ni un gramo, de maldad. Y yo, sonrisa en mi cara,