Mientras tanto la gente intenta descubrir una forma de cubrir su carne desnuda que no se diluya
Las aceras siguen siendo ilegibles libros de pies cuyas páginas se revuelven al son del insomnio
Las tiendas cierran, las cabezas pesan: hace frío para nada.
Todos los días sonrío, o es que no lo ves: unos días al derecho, otros al revés.
Más vale poco si es honesto y genuino que mucho y falso.
El bus veinte va como si no quisiera llegar al final.
Tus demonios internos se van a eternizar hasta que veas, que para vencerlos, los hay que abrazar.
Mientras tanto, la gente intenta descubrir una forma de cubrir su carne desnuda que no se diluya
Dejaremos de complicarnos la vida sin sentido el día que nos llamen simple y nos parezca un cumplido.
Al final podré perecer petrificado por perder un pulso de miradas
La procesión va por dentro, no por teatro.
Vístete de aire, de brisa y ven a verme.
La vida, qué ironía tan bella, termina siendo lo que pensamos de ella.
A veces, el fuego se enamora de todo lo que toca. En esas veces y solo en esas el destino, lejos de ser desatino, es justicia poética.
He aquí un hombre que se murió sin miedo a mirarse por dentro.