#muerte #poesía #vida #vivir
Algunos se van a desilusionar, otros pensarán que es mentira, cuando les diga que lo que tiene valor en la vida no se puede patentar.
Desde que desperté, me dediqué a desear dibujarla despierta y desnuda: danzando decidida
No te dejes engañar: las sonrisas de verdad pueden atravesar hasta las mascarillas más opacas.
La nueva normalidad solo dejará de ser nueva cuando vuelva a ser normal.
Caído una vez, levantado otra vez más: así es la vida.
Hazlo aunque llueva, porque llueva o no llueva, no se hace solo.
El mundo es infinitamente complejo… hay infinitos matices entre el bien y el mal, así como infinitos tonos entre el blanco y el negro.
La débil dedicatoria que le dedico… para hacerlos míos se está desdibujando entre ojeras desgastadas y lírica… y se está volviendo ilegible
He aquí un hombre que se murió sin miedo a mirarse por dentro.
Las canas son sabiduría que se desborda.
El bus veinte va como si no quisiera llegar al final.
Las tiendas cierran, las cabezas pesan: hace frío para nada.
Mientras el otoño llega y las hojas se tornan amarillo, yo me torno carajillo y me bebo,
Uno mendiga, muchos mirando el móvil: falta compasión.
Vístete fuego, viste té y hierba en el pelo: arriba el cielo, abajo el trigo