Efímero y Eterno
Hay amores fugaces como burbujas al viento,
que estallan en un momento
sin dejar ni un rastro atrás.
Mientras, besos que perduran
en el eco del latido,
en la sombra del olvido
como estrellas que no cesan de arder.
Amores que son suspiros de un verano sin raíces,
huellas que el mar borró en la arena.
Besos tallados en piedra,
en el alma y en los siglos,
marcando un mapa infinito
donde el tiempo se deshace.
Algunos dicen que el mundo
es un puñado de instantes.
Pero hay labios que guardan
la eternidad en su aliento:
un fulgor que, sigiloso,
rompe el hilo de las horas
y convierte en polvo el miedo.
¿Cuánto dura una pasión?
Lo que tarda en caer un pétalo.
¿Y un beso?
Lo que late en lo profundo
cuando el universo calla
y la vida se hace verso.
—Luis Barreda/LAB