Lindos Ojos Azules
Lindos Ojos Azules
En el barrio donde vivo, bajo un cielo de cristal,
alguien llegó un día con luz sinigual.
Sus ojos, dos luceros de un azul celestial,
mi corazón cautivo hicieron latir más.
La tarde se volvió mágica al cruzar tu mirada,
como un río sereno que en calma me abraza.
No hay estrella en la noche, ni sol en la alborada,
que brille con el fuego que en tu pupila nace.
Desde mi ventana observo tu risa al pasar,
el viento susurra tu nombre sin parar.
Quisiera ser valiente, poderte confesar
que en cada amanecer pienso en tu caminar.
Me acerco a tu puerta, tímido, con fervor,
buscando una excusa, inventando un favor.
Tus pasos son melodías que enredan mi interior,
y aunque no digas nada, siento tu dulce calor.
Hoy quiero regalarte versos de ilusión,
un secreto guardado entre el alma y la razón.
No es el viento ni el tiempo... es esta emoción
que grita en silencio: ¡Eres mi canción!
Si algún día me escuchas, si logro encontrar
las palabras precisas para poder hablar,
te diré que tus ojos, de azul infinito mar,
son el mapa que guía mis sueños hacia el hogar.
No importa si el mundo gira o el sol deja de arder,
contigo hasta el ocaso quisiera amanecer.
Tus ojos son poesía, un verso por aprender,
y en ellos encuentro el valor de querer.
Azul como la esperanza, como el vuelo de un pez,
como el suspiro leve que no logra vencer.
Tus ojos son el viaje que anhelo recorrer,
y en ellos, vida mía, deseo envejecer.
—Luis Barreda/LAB
