Un Día en La Vida
La mañana despierta con pereza,
un tren que arrastra el tiempo sin prisa,
entre sueños que huyen ligero,
la luz del alba en la ventana brilla.
El café calma el silencio profundo,
la música despierta el corazón,
y entre rutinas que tejen el mundo,
comienza el juego de la emoción.
El sol se alza, las horas caminan,
tareas que pesan como metal,
miradas que buscan una esquina
donde esconder el tedio habitual.
La tarde cae con su manto rojo,
el cielo pinta sombras de cristal,
las estrellas murmuran un antojo,
recuerdos que vuelven a latir.
Un amor que fue llanto en el ayer,
ahora es fuerza que empuja a seguir,
risas que rompen el gris del querer,
alas que surgen para huir.
Noticias gritan caos y dolor,
historias que el viento lleva y trae,
risas forzadas, falso color,
mundo que gira y no sabe hacia dónde irá.
La noche llega con su canción,
cierra los ojos, respira el alma,
el sueño invade como un dragón,
mañana es otra hoja en la calma.
Vida que sube, vida que baja,
días que escapan sin pedir perdón,
buscamos algo que alivie la herida,
un refugio en medio de la razón.
Y aunque el camino a veces se nuble,
y el peso del mundo quiera vencer,
cada amanecer nos hace más fuertes,
porque hoy es un día... para volver a nacer.
“La vida es un viaje, no un final,
y en cada instante, hay luz para andar”.
—Luis Barreda/LAB