#CarpeDiem #poesía
Qué cruel es la torre Eiffel: unos días me quiere, otros también, aunque no me lo dice.
Mientras tanto la gente intenta descubrir una forma de cubrir su carne desnuda que no se diluya
Vístete fuego, viste té y hierba en el pelo: arriba el cielo, abajo el trigo
Dejaremos de complicarnos la vida sin sentido el día que nos llamen simple y nos parezca un cumplido.
Detrás de esta sudadera desgastada y deshilachada guardo este acariciado, áspero y moribundo mundo. Detrás de esta cara de charlatán
Más vale poco si es honesto y genuino que mucho y falso.
Las tiendas cierran, las cabezas pesan: hace frío para nada.
A veces, el fuego se enamora de todo lo que toca. En esas veces y solo en esas el destino, lejos de ser desatino, es justicia poética.
A lo mejor es bueno crearse una rutina de romper la rutina diaria y marearse en la noria. A lo mejor tenemos que ser fuertes
Llevan las medias negro melancolía: como el corazón.
No te dejes engañar: las sonrisas de verdad pueden atravesar hasta las mascarillas más opacas.
Fuimos los perfectos políglotas: yo te hablaba en cristiano, tú me callabas en francés.
Así como no todo aquello que mide la hora es un reloj, no todo aquel
Mientras tanto, el eco de aquel beso inesperado resonaba en mi cabeza.
Vístete de aire, de brisa y ven a verme.