#demonios #poesía
No se echa en falta nada que sobra: como una mariposa que vuela a la pata coja.
Larga es la historia, corta la conclusión: cada vez menos pelos en la lengua, más en el corazón.
Los ojos de Ella eran de esos que parecían poseer un pedacito de infinito
Fuimos los perfectos políglotas: yo te hablaba en cristiano, tú me callabas en francés.
La vida, qué ironía tan bella, termina siendo lo que pensamos de ella.
Así como no todo aquello que mide la hora es un reloj, no todo aquel
Del maestro más mordaz, siempre somos aprendiz: las lecciones vitales siempre dejan cicatriz.
Nunca fue fácil enfrentarse a lo frágil: pero aquí estamos.
El mundo es infinitamente complejo… hay infinitos matices entre el bien y el mal, así como infinitos tonos entre el blanco y el negro.
La paciencia es la damisela que más se hace esperar y nunca termina por llegar
El prosaico patriotismo de la pila de platos sucios de la cocina no está patrocinado por ninguna puta compañía
Cantar bajo la lluvia está sobrevalorado. Yo prefiero ser lluvia bailando en tu ventana: cantando en claqué
Viaja ligero si quieres llegar lejos: la felicidad.
Las aceras siguen siendo ilegibles libros de pies cuyas páginas se revuelven al son del insomnio
Hazlo o no lo hagas: no hay propósito alguno que te haga triunfar.