#poesía
No soy ningún –ista ni practico ningún –ismo: sólo soy un artista que piensa por sí mismo.
Todos los días sonrío, o es que no lo ves: unos días al derecho, otros al revés.
La vida se bebe a sorbos breves: como un buen vino.
Las canas son sabiduría que se desborda.
Las tiendas cierran, las cabezas pesan: hace frío para nada.
A veces, el fuego se enamora de todo lo que toca. En esas veces y solo en esas el destino, lejos de ser desatino, es justicia poética.
Quien no tiene memoria necesita cicatrices. Quien no tiene historia necesita tatuajes.
Vístete de aire, de brisa y ven a verme.
Voy a lanzarme a ver si existo: sin perdón, sin excusas, sin permiso.
Antes de empezar, vigila tus deseos: hay que ser digno.
Las aceras siguen siendo ilegibles libros de pies cuyas páginas se revuelven al son del insomnio
Déjame que te cuente el lado oscuro del mercado: venderse a uno mismo está muy bien pagado.
La atracción de la luna siempre me pareció aterradoramente atractiva: como una buena mujer.
Tu forma de diábolo, de reloj de arena tu perfil, contra mi alma de león y mis dientes de marfil.
Hazlo aunque llueva, porque llueva o no llueva, no se hace solo.